domingo, 29 de julio de 2012

Comedias del local


Este monólogo lo escribí cuando sólo tenía trece años, mi pasión por la escritura y la motivación de muchos de mis profesores me hacían adentrarme en el mundo del teatro como habréis podido comprobar con algunos escritos anteriores. Espero que disfrutéis con este monólogo, sobre todo las féminas, a quienes me gustaría dedicárselo. Sin más decir os dejo con 'Comedias del local':

(Un escenario muy grande, el fondo es una cortina de color azul marino, varias estrellas doradas y luces de colores. De repente entra una mujer de mediana edad y un foco la ilumina. El público aplaude).
-¡Hola! (grita mientras corre para sentarse en una silla que hay delante de un micrófono) (al público) Vale, vale ya es suficiente... Gracias, gracias...
Bueno, como ya sabréis, hoy es día de chicos, en ¡”Comedias del local”! (Alzando un poco la voz).
Ay... (suspira) los chicos... Yo creo que fueron un error de Dios... (poniendo cara de asco) ¿Cómo pudo inventar cosa tan extraña y guarra sin ser un error? Sólo piensan en tres cosas: Fútbol, mujeres y después está todo lo que tenga un motor grande; un coche, una moto...

Bueno empezaremos hablando sobre el fútbol; diez hombres en camiseta y pantalón corto, sudando, ¡Y lo mejor! (levanta la voz) todos corriendo detrás de un balón. Y luego están a los que llaman porteros, mira que son tontos... Dejan que los llamados jugadores les tiren balonazos y encima se tiran para cogerlos. Estos por lo menos van un poco más abrigados.

Segundo tema, mujeres, sólo se fijan en dos cosas sobre ellas: Pechos y traseros. Para ellos si existe una mujer, “con unos buenos melones y un buen pandero...” (pone voz grave imitando a los hombres y gesticulando) no se resisten. Así es la mujer perfecta para ellos. ¡AH! (chilla) se me olvidaba... También hay un tercer punto en las mujeres, el sexo (dice con un tono un tanto sarcástico), siempre se preocupan por dos cosas, el tamaño de su pene: ellos piensan... ¿Será lo bastante grande para ella? (con voz grave) y también se preocupan y se preguntan, ¿Disfrutará ella conmigo en la cama?(imitándoles otra vez), (susurrando) lo mejor de todo es que ellos no saben que fingimos tener orgasmos.

Y el tercer tema en que piensan son los coches, motos, ¡yo no sé lo que tiene de interesante! (dice al público alzando la voz) un motón de hombres en sus coches, motos, o lo que sea, chocándose en las curvas, chocándose con los otros participantes de la carrera o volcando. ¡Ja, ja qué divertido! (dice riéndose irónicamente) ¿Vosotros creéis que es normal? (pregunta al público) y luego resulta que nosotras somos las tontas, ¿sabéis?

No saben hacer otra cosa que comer y dormir, se quedan todo el día en el sofá, y si salen a la calle es para emborracharse. No te hacen caso ni escuchan lo que dices. (Al público) ¿A ver si sabéis de lo que os hablo?. Son animales, no entienden lo que decimos, babean y les huele mal el aliento. ¿Qué es? ¡Muy bien chicas! Los hombres. ¡Muy mal chicos! No, no es el perro. Aunque se le parece mucho.

No les importa nada ni nadie, tú como tonta te enamoras de alguno de ellos y les da igual, pero quizás después te dicen que él también se ha enamorado de ti, tonterías, sólo están mintiendo. Te utilizan y luego te dejan tirada como si fueras un pañuelo usado. Como si no les importaras. A eso yo, le llamo no tener corazón y tampoco sentimientos. 

Por ejemplo llega la primera cita: Te dice que eres muy guapa y sencilla, que él es sincero, fiel, que no fuma y que no bebe. Sales unos días más con él y cuando le llamas para quedar, te dice que lo siente mucho pero que no va a poder ser, por que tiene que ir a terminar un artículo para el trabajo. Vale, lo entiendo, piensas, y entonces aprovechas para quedar con unas amigas e ir de copas. Lo malo viene cuando entras a un bar y te lo encuentras con una rubia de noventa, sesenta, noventa, sentado en una mesa y sacando un cigarrillo del paquete de tabaco que tenía a su lado. (gritando apenadamente) ¡Y encima Ducados! Tú con un cabreo impresionante te acercas a él y le dices:
-Carlos... me has mentido, me has engañado (señalando a la mujer), estás fumando, con una copa en la mesa, y en un bar. ¿Por qué no me dijiste la verdad? No me importa que fumes, y si lo controlas, tampoco me importa que bebas.

La chica que está con él le pregunta que quién eres tú y cuando le contestas "su novia", descubres que con la que estabas hablando es, o mejor dicho era, su mujer. La chica se levanta se quita un anillo (más bajo) te das cuenta de que es una alianza, y lo deja encima de la mesa, entonces es cuando tú dices: “¡ups!”

Tu “novio” (señala comillas con las manos cuando dice novio) se levanta y corre detrás de la mujer gritando:
-¡Ana! ¡Cariño, puedo explicarlo!
Porque ellos siempre pueden explicarlo, y así sale del bar. Tú cuando te das cuenta de que resulta que la “amante” (vuelve a hacer gestos para poner comillas) ¡eres tú!. Después te vas a casa y piensas, ¡seré gilipollas! ¡si estaba casado! Y... ¡se estaba acostando conmigo!

Y así no sales de tu asombro. Después te quedas pensando y te dices a ti misma que ya encontrarás a otro que te quiera, que no te mienta, y sobre todo que no esté casado. Y así es como tú te consuelas a ti misma.
Pero al final te acabas preguntando, ¿porqué siempre somos nosotras las que sufrimos?, ¿porqué siempre ellos acaban como el malo de la película y nosotras como las víctimas? Ellos quedan como los malos hombres (dice con voz aguda) y nosotras como las víctimas indefensas (dice con voz de pito).

Siempre nos están fastidiando, nunca hacen lo que les decimos, por ejemplo, nosotras decimos: Luis, no toques el queso pero Luis encima se come el queso. Nosotras decimos: Paco deja la tele en paz que estoy viendo una película, pero Paco no sólo no deja la tele en paz sino que encima te pone el fútbol. Les preguntamos:
-¿Falta mucho para que termine?
Y ellos nos contestan que acaba de empezar, y encima te lo dicen en un tono irónico, como si se estuvieran burlando de nosotras o sino, nos dicen:
-Si quieres ver esa estúpida película vete a casa de la vecina y así aprovechas para seguir cotilleando sobre la chica del quinto de la que estabais hablando esta tarde, o ¿ya os habéis puesto de acuerdo?, bueno pues entonces dime, ¿es o no es pija?
Y tú le dices:
-Esta tarde no estábamos cotilleando sobre la vecina del quinto, cacho estúpido eso fue ayer, hoy estábamos hablando sobre la vecina del cuarto, y no cotilleábamos sólo hablábamos sobre ella.
Entonces él te dice:
-Ya, ya...
Es entonces cuando tú te enfadas y acabas haciendo lo que él te ha dicho que hagas, te vas a casa de la vecina.

En conclusión los hombres son inútiles, tontos y no saben pensar, pero ahora que lo pienso...
También yo estuve algo estúpida con lo de la vecina, así que quizás existan hombres cariñosos, sensibles, guapos, educados y listos. Como nosotras... (señalándose a ella misma).
Y alguno habrá con dinero y que nos deje birlarle la tarjeta de crédito (susurrando, y al final guiña el ojo izquierdo).
¡Así que voy a pensármelo un poquito más en casa! (grita)
¡¡¡Adiós buenas noche y espero verles otro día aquí, en “Comedias del local”!!! (grita aún más alto)
¡¡¡Adiós, adiós, gracias, gracias!!! (grita mientras da besos al público y se los tira con las manos, entonces se agacha para despedirse y se va).

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